¿Las endodoncias duelen? En qué consiste realmente
La endodoncia es uno de los tratamientos más comunes realizados en una clínica dental. Se conoce comúnmente como el proceso que “mata el nervio”, ya que consiste en extirpar total o parcialmente la pulpa afectada, dejando la raíz o conducto reticular limpio y libre de bacterias.
Gracias a este tratamiento, los pacientes consiguen salvar sus piezas dentales. Sin embargo, se ha extendido la falsa creencia de que las endodoncias duelen. A continuación, desmentiremos este falso mito y te explicaremos qué es una endodoncia y cómo se realiza una endodoncia realmente. De esta forma, conocerás el proceso de antemano para que puedas acudir a la consulta de tu dentista más tranquilo y seguro.
¿Qué es una endodoncia realmente?
La endodoncia forma parte de una rama muy importante de la odontología y de la estomatología que se ocupa de las enfermedades de la pulpa dental.
Una endodoncia es un tratamiento que se utiliza como última instancia para poder salvar una pieza dental dañada por una caries o un traumatismo, sin ser extraída. Su objetivo principal es eliminar la parte profunda del diente que se encuentra lesionada o infectada para conservar la pieza dental natural. Los síntomas de necesitar una endodoncia son:
- Sensibilidad dental al frío
- Molestias al masticar
- Inflamación de la encía
- Cambio del color de la pieza dental
Entre las principales causas que provocan la inflamación o infección de los nervios dentales se encuentra la caries. Aunque también puede ocurrir por otras razones, como traumatismos, fracturas, abrasión o desgaste.
Tipos de endodoncia
A la hora de realizar una endodoncia, podemos encontrarnos tres tipos principales:
- Endodoncia unirradicular: se lleva a cabo en las piezas dentales que únicamente cuentan con una raíz o conducto. Suelen ser los caninos y los incisivos.
- Endodoncia birradicular: se efectúa en los dientes con dos conductos, como los molares inferiores o los segundos premolares superiores.
- Endodoncia multirradicular: se realiza en dientes con tres o más conductos, como los molares superiores.
¿Por qué se cree que una endodoncia duele?
Cuando nuestro diente necesita una endodoncia, el dolor que podemos sentir es muy intenso. Esto genera la falsa creencia de que el tratamiento a seguir va a ser igual de doloroso. Pero nada más lejos de la realidad. Gracias a la endodoncia, dejaremos de notar ese daño punzante y constante que sufre nuestro diente.
Además, gracias a la anestesia utilizada durante el proceso, el paciente no sentirá ningún tipo de molestia. Es la mejor forma de procurar una intervención tranquila y sin dolor, proporcionando la calma y la seguridad necesaria al paciente.
Es una vez finalizado el procedimiento cuándo podremos sentir un leve dolor. Sin embargo, no debes perder la calma, ya que las molestias comenzarán a revertir a los pocos días. Cuando se realiza una endodoncia, aún existen ciertas terminaciones nerviosas a nivel externo de la raíz, las cuales, pueden generar sensación de dolor ante un estímulo térmico (calor, frío) o a la percusión (cerrar los dientes). Una vez se haya terminado el tratamiento endodóntico, todos los síntomas desaparecerán.
¿Cómo se realiza una endodoncia?
Desde Clínica Dental Eduardo López sabemos que cuanto más claro tienen nuestros pacientes en qué consisten los tratamientos, más tranquilos están a la hora de someterse a uno. Por ello, siempre explicamos en consulta en qué consiste el proceso. En este caso, detallamos el paso a paso de cómo se realiza una endodoncia para que quede claro en todo momento lo que vamos a hacer, desmintiendo en todo momento que se trate de un proceso doloroso.
A continuación, te dejamos los principales pasos que seguimos a la hora de efectuar una endodoncia.
- En primer lugar, se examina la pieza dental dañada para determinar si la infección ha llegado o no a la pulpa dental. Esta zona es un lugar muy importante donde están presentes los conductos radiculares que acogen a los tejidos, nervios y vasos sanguíneos que nutren al diente.
- En segundo lugar, se desinfecta el diente perfectamente y se aplica la anestesia sobre la zona para que no se sienta ninguna molestia.
- En tercer lugar, se vacía el interior limpiando muy bien toda la infección y posteriormente se sellan los conductos radiculares con material biocompatible. De esta manera, se evita que entren fluidos como la saliva, impidiendo así que se regenere la infección.
- Finalmente, el odontólogo coloca una corona dental para reforzarlo y para devolverle su funcionalidad. Esto se realiza porque la pieza queda debilitada tras la intervención.
Como ves, la endodoncia es una técnica muy segura y efectiva que nos permite conservar nuestras piezas dentales naturales. Por lo que, si vas a someterte a una, no debes preocuparte. Recuperarás el aspecto natural de tu diente, además de su funcionalidad.