10 Consejos para el cuidado bucal en adultos mayores
Concienciar a los adultos mayores para cuidar su salud bucodental es fundamental para garantizarle una buena calidad de vida. De lo contrario, acciones tan simples como comer, hablar o sonreír pueden resultar una gran preocupación.
Es un hábito que debemos adquirir desde pequeños, pero que, cuando crecemos, no debemos perder. Todo lo contrario. Debemos reforzarlo para evitar enfermedades comunes en personas mayores. La boca también sufre los diversos cambios que conlleva el envejecimiento, por lo que, debemos prestar más atención que nunca a nuestra boca y a nuestros dientes.
A continuación, te dejamos 10 consejos muy útiles para el cuidado bucal en adultos mayores.
Hay que cepillarse los dientes cada día
El cepillado de los dientes diario es imprescindible en los adultos mayores. En el caso de que utilicemos una prótesis removible, debemos retirarla previamente para poder cepillar la boca de una forma adecuada. Si se trata de una prótesis fija, la rutina de higiene es la misma que para el resto de dientes.
En nuestra rutina de higiene dental debemos incluir una pasta de dientes fluorada y cepillar nuestros dientes al menos al 2 veces al día después de las comidas. Debemos limpiar durante 2 minutos sin olvidar la lengua y las encías, para lo cual podemos emplear seda o hilo dental.
Si es necesario, tu odontólogo te recomendará enjuagues o geles especiales, pero que nunca serán sustitutos del cepillado.
Emplear pasta de dientes con flúor
El flúor evita que las bacterias que hay en la boca puedan transformar los hidratos de carbono o azúcares en ácidos que desmineralicen los dientes. Además, el flúor tiene el efecto de disminuir la actividad bacteriana modificando la fermentación bacteriana de los azúcares de la boca. Todo esto reduce las probabilidades de que aparezcan caries en nuestros dientes.
Limpiar y reponer el cepillo de dientes
Después de cepillarnos los dientes, debemos limpiar y dejar secar nuestro cepillo para evitar la proliferación de gérmenes y bacterias en sus cerdas. Así mismo, es importante cambiar nuestro cepillo de dientes cada tres meses.
Cuidar las prótesis dentales
Si utilizamos prótesis dental, es muy importante retirarla y limpiarla después de cada comida con ayuda de un cepillo y jabón. Si nos la quitamos para dormir, podemos aprovechar para realizar una limpieza más profunda, añadiendo pastillas desinfectantes una vez a la semana. El resto de días podemos dejarla en un vaso de agua.
Precaución con alimentos duros o pegajosos
Debemos prestar especial atención a los alimentos duros y pegajosos, que no solo pueden dañar las encías, sino que también tu prótesis en el caso de que lleves una. En relación con los dulces, lo mejor es no tomarlos entre horas y, sobre todo, no tomarlos por la noche sin lavarnos los dientes posteriormente.
Proteger los labios
Es aconsejable salir de casa con cacaos que lleven protector solar para proteger nuestros labios del sol, así como vaselina para evitar que se sequen demasiado.
Combatir las llagas
Cuando tenemos llagas, se debe evitar en la medida de lo posible comer alimentos picantes. Un enjuague de agua con sal o bicarbonato puede ayudar a eliminar las llagas. Pero si las molestias continúan después de varios días, acude a tu dentista de confianza.
Evitar la sequedad bucal
Lo primero que debemos desmentir es que la sequedad bucal es normal cuando alcanzamos edades avanzadas. Lo que sí es cierto es que las personas mayores son más propensas a tener ciertas condiciones que pueden conducir a la sequedad oral. Por ejemplo, por la toma de ciertos medicamentos, aunque también la deshidratación o enfermedades concretas como la diabetes, que provocan sequedad bucal.
La falta de saliva puede impedir el correcto ajuste de la dentadura postiza, así como, dificultar actividades tan cotidianas como masticar o tragar. También, puede provocar llagas, que las prótesis dentales se rocen con las encías o el paladar, o el desarrollo de infecciones por hongos bajo las dentaduras.
En el caso de que suframos sequedad bucal, es vital acudir al dentista o al médico para encontrar una solución. Por ejemplo, existe la saliva artificial que mantiene la boca húmeda, o caramelos y chicles sin azúcar que mitigan el problema de la sequedad.
Prevenir el cáncer oral
La probabilidad de padecer cáncer crece conforme nuestra edad avanza. La mayoría de las personas que sufren esta enfermedad tienen en torno a los 55 años o más. En 2019 se contabilizó que 9 de cada 10 casos de cáncer oral se diagnostica en personas mayores de 50 años.
Es crucial detectar el cáncer oral a tiempo, ya que su correspondiente tratamiento funciona mejor antes de que la enfermedad se extienda. Por ello, debemos estar atentos a cualquier cambio en la boca que notemos, especialmente si se ha fumado o bebido mucho o se sigue haciendo.
Uno de los síntomas del cáncer oral es la hinchazón de la mandíbula, lo que puede hacer que quienes usan prótesis dentales sientan la dentadura postiza incómoda o que no se ajusta bien del todo.
Visitar al dentista con frecuencia
Este sin duda es el consejo más importante de esta lista. Cuando alcanzamos edades avanzadas, acudir al dentista con frecuencia es un hábito bastante recomendable. La frecuencia exacta la determinará tu odontólogo. Es relevante que los dientes, encías y mucosas sean examinados con regularidad, tanto por prevención como para empezar tratamientos en caso de que sea necesario.
Debemos tener en cuenta que, ante cualquier problema, como heridas que no se curan, dificultad para masticar con la prótesis o dolor en algún diente, hay que encontrar una solución. La consulta del dentista es un espacio seguro y de confianza donde plantear todas las dudas que tengamos.